LOS DATOS DEL DÍA
jueves, 4 de marzo de 2021
LOS TRES CANTEROS

En la Edad Media hubo un señor que hizo voto de acudir como peregrino a un santuario lejano, según costumbre de aquella época.

Cuando sólo llevaba unos días de camino, tuvo que tomar una senda que ascendía por el árido costado de una colina. Esparcidos por las laderas había hombres que, sentados en el suelo, trabajaban bloques de roca para la construcción.

El peregrino se acercó al más próximo. Lo miró con piedad. Era imposible reconocer su rostro a causa del polvo y sudor que lo cubrían; en sus ojos abrasados por las salpicaduras de la roca, se leía un cansancio enorme.

- ¿Qué haces, buen hombre?, preguntó el peregrino.

- ¿No lo ves?, respondió el cantero sin ni siquiera alzar la vista. ¡Me estoy matando a trabajar!

El peregrino no dijo nada; siguió adelante.

Pronto se encontró con otro cantero. Estaba igual de cansado y cubierto de polvo.
‐ ¿Qué haces, buen hombre?, preguntó también el peregrino.

‐ ¿No lo ves? ¡Trabajo de sol a sol para mantener a mi mujer y a mis hijos!

En silencio, el peregrino siguió adelante.

Ya casi en la cumbre de la colina había otro cantero. Como los anteriores estaba agotado de tanto trabajo. También a él le ocultaba el rostro una costra de polvo y sudor, pero en sus ojos, igualmente lastimados, se adivinaba cierta complacencia.

- ¿Qué haces, buen hombre?, preguntó el peregrino

‐ ¿No lo ves?, respondió el cantero, sonriendo con orgullo: ¡Construyo una catedral! Y con su mano tendida indicó el valle donde se levantaba un templo grandioso, con pilares, arcos y atrevidos pináculos de piedra gris que apuntaban al cielo.

 

PREGUNTAS PARA EL DIÁLOGO

Los tres canteros hacían lo mismo, sin embargo, son distintos. ¿Qué es lo que los diferencia?
Si el peregrino llegara a la puerta de vuestra clase, y os preguntara: ¿Qué hacéis?, ¿Qué respuesta oiría? ¿Hacia dónde orientamos nuestra acción diaria?

ORACIÓN

Amigo Jesús, a veces nos es difícil encontrar una motivación en el día a día; nos cuesta orientar nuestro trabajo y auto convencernos de que es necesario.

Te pedimos, en este nuevo día, que seamos capaces de dar sentido a lo que hacemos, de esforzarnos porque tenemos una meta clara, de ayudarnos porque juntos podemos y necesitamos conseguirlo.

Danos fuerza, Señor, que el cansancio no se apodere de nosotros y que luchemos aunque las dificultades se amontonen.

Gracias Señor, por confiar un día más en nosotros.

ANIMADOR DE LA ORACIÓN TODOS
SAN JUAN BAUTISTA DE LA SALLE RUEGA POR NOSOTROS
¡VIVA JESÚS EN NUESTROS CORAZONES! ¡POR SIEMPRE!